Fábricas

Paisaje después de una crisis

    A mi entender, el cierre de una fábrica es un acto de violencia contra los seres humanos que la hicieron existir, contra su imaginación, contra su trabajo.

    Ahora solo nos queda el silencio, el vacío y la ruina de aquello que algún día fué algo vivo.

    Esta serie de fotografías pretende ser un grito de atención y un homenaje a quienes trabajaron, lucharon y se sintieron orgullosos de su trabajo.

    Al final y una vez más, solo nos queda rabia, frustración, tristeza…